ortográficos que aparecen en este texto:
-¡Tu! ¡El nuebo! ¿Que quieres de la pequeña cantante?
Su boz grabe evoca el eco de una profunda tunva.
-Bueno, beras… un dia la ví cantar y tropezarse. Me gustaria regalarle unas gafas.
Mi boz es devil y tremula. Parezco un anciano de ciento treinta años.
-¡Nadie puede hosar avlar de Miss Acacia en mi prezencia, ni de ella
ni de sus gafas! ¡Nadie, ¿me oyes?, y mucho menos un enano como tú! ¡No
menziones jamas su nombre! ¿Me as entendido, enano?
No le respondo. Se alza un murmuyo: <<Joe…>>. Cada
segundo se ace mas pesado. De repente, me acerca la oreja y me pregunta:
-¿Cómo aces ese estraño ruido de tic-tac?
Tampoco le respondo.
Se acerca despacio, curvando su largo armazon asta apollar la oreja
sobre mi corazon. Mi relo palpita. Me pareze que el tiempo se detiene.
(…)
La mecánica del corazón, Mathias Malzieu